FIESTA SORPRESA

  

 

 

El comienzo de mi día anterior parecía como cualquier otro. Me levanté, me preparé para el trabajo, y salí, todo lo habitual. Durante mi horario hice algunos viajes y fui a la sede de la empresa para la que trabajo. Se acerca a grandes pasos mi jubilación y tengo unas formalidades por hacer. Cuando entré a la oficina, ¡me esperaba una gran sorpresa! Me di cuanta que todos mis compañeros de trabajo estaban allí, esperándome. Dado que estoy a punto de retirarme y terminar mi aventura como taxista, decidieron prepararme una despedida.

La verdad es que voy a recordar mi trabajo con una gran sonrisa en la cara. Puede parecer extraño, pero de verdad, mi trabajo me llenó mucho. Obvio que no siempre los clientes fueron amables. A veces ocurrieron viajes con personas borrachas o, lo más común, me culpaban por no llegar a tiempo a su lugar. ¿Pero qué podía hacer? Los atascos no eran mi culpa, y además, siempre respetaba las normas de circulación. No quería poner en peligro mi vida ni la de los clientes. Volviendo al tema de mi reunión sorpresa… Cuando abrí la puerta de la oficina todos gritaron: "¡Sorpresa! " y me quedé sin palabras. No me esperaba un adiós tan espectacular. Me dieron un regalito muy sentimental. Mis dos fotos en el taxi, una que me hicieron hace casi 20 años y otra más reciente. ¡Cuántos recuerdos aparecieron en mi mente! De verdad, estaba muy conmovido. Regresé a mi casa en un estado un poco melancólico… dentro de poco será mi último día en el trabajo y una parte de mi vida terminará.

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